Antonio Taco Larreta fue una de las personalidades más influyentes en el teatro uruguayo. En el año 1972 por dar cobijo a un tupamaro clandestino —seguramente más por su cualidad de hombre solidario que por afinidades ideológicas— se ve obligado a refugiarse en España. Luego la dictadura aprovechará para presentarlo como uno de los intelectuales subversivos más peligrosos en una lista que, entre orgullo y risas, conservaba de la publicación a toda página con fotos incluidas de la prensa local. Sobreviviente exitoso en España, hace teatro, cine, televisión y deviene en espléndido novelista con Volavérunt recreando la época de Goya.
Con la restauración democrática uruguaya en 1985 regresa y entregará más de 20 años de actividad intensa en teatro, como periodista cultural y en cine (protagoniza La ventana del argentino Carlos Sorín) y se consolida como un gran narrador:
En 1999 publica A todo trapo. A propósito de Villanueva Saravia (Ediciones de la Plaza) una inesperada e intensa investigación periodística sobre la muerte del joven caudillo de Cerro Largo.
En el 2002 aparece El Guante (Planeta), intrincada y muy audaz novela sobre las borrascosas vidas y descontroladas pasiones de los Blanes (el famoso pintor y sus hijos).
En 2002 se atreve a escribir el único libro autobiográfico de su producción pero estrictamente enmarcado en su niñez: El jardín de invierno (Ediciones de la Plaza). En reiteradas ocasiones se le propuso escribir sobre su vida y el caballeresco argumento que utilizaba para negarse era que solo le veía sentido si lo hacía con total honestidad —ponía como ejemplo la autobiografía del actor británico Dirk Bogarde— y ello, según él, heriría a gente de sus diferentes entornos.
En 2004 publica Ningún Max (Planeta) una extraña novela sobre el poder, el hartazgo y las consecuencias pesadillescas que provoca en el personaje lo que en principio era una venganza menor de algunos compañeros de bridge.
En 2005 junta dos cuentos decididamente eróticos—y una obra de teatro sobre Virginia Woolf: El sombrero chino (Editorial Fin de Siglo).
En 2007 cuenta la historia de un inescrupuloso marchand en la década de los 70 del siglo pasado con reiteradas referencia a lo que se ha dado en llamar la “historia reciente” en Hola, che (Editorial Fin de Siglo). Esta novela obtuvo el premio Bartolomé Hidalgo en narrativa en el mismo año.
Después del 2008 vivió en un penoso ostracismo debido a una larga enfermedad.
Falleció el 19 de agosto de 2015.
Edmundo Canalda