En tiempos en los que cuidarnos los unos a los otros, resguardarnos en casa, enfrentar la incertidumbre, el miedo, la angustia e incluso la soledad, recurrir a la lectura, al juego, a la palabra hablada y escrita, puede ser un buen camino para enfrentar las emociones, para entretenernos, para aprender y para mantener los lazos familiares y sociales. Entrelazar los relatos e historias que leemos con la realidad que vivimos, nos ayudará a comprender y asimilar mejor las situaciones, a tomar posición, a no perder la esperanza y aún mejor, nos permitirá encontrar palabras para nombrar y expresar lo que sentimos en estos tiempos de crisis.
Por esto desde el Cerlalc, creemos firmemente en el poder y la Fuerza de las palabras, en que es necesario que bibliotecarios, maestros, padres de familia, promotores de lectura y todos los que tenemos el papel de ser mediadores de lectura, asumamos un papel activo y responsable. Es necesario recuperar la ensoñación, descubrir mundos imaginarios, tener referentes que nos permitan ponernos en los zapatos del otro, ser más solidarios, más empáticos y descubrir cómo apaciguar el caos que nos rodea.
Con esta mirada, emprendemos una campaña para poner a disposición todos los países de la región recursos, ideas, conversaciones con expertos, encuentros con autores y muchas otras propuestas, que esperamos aporten y nutran el trabajo cotidiano que cada uno desde su lugar realiza, para lograr que la lectura sea una herramienta fundamental para la vida de las personas.