De estrenos y progresos
A buen fin no hay mal principio, decía Shakespeare, una frase que también ha sido traducida como «Bien está lo que bien acaba». Hasta ahora, las selecciones de Oscar Tabárez se caracterizaban por un debut trabajoso y opaco en los torneos y un final generalmente digno de aplauso. Así fue en la Copa América desde 1989 hasta 2011. Y si bien el Mundial 2014 no terminó de la mejor manera para los celestes, el estreno fue peor todavía y enseguida se lograron dos grandes victorias.
Las anécdotas del mal comienzo quedaron atrás con el triunfo sobre Jamaica el sábado. Pero ahora falta la mejor parte de cada historia, con buenas campañas salpicadas de triunfos memorables. El partido del sábado dio más para las bromas con la ubicación de Jamaica en el mapa que para recordar por su fútbol. Tras la primera fecha de esta Copa América, casi todos los equipos parecieron jugar más que los celestes, incluso algunos de los que perdieron.
Cuando Uruguay debutó perdiendo o empatando, luego hubo un progreso rápido y notorio que explicó esos finales felices. Aunque ahora se haya ganado, hay que reclamar esa mejoría pronto. Existe capacidad y oficio para lograrla.