A cien años de la publicación del Ulises, famosa por las dificultades que su lectura plantea a los lectores, los cuentos Dublineses son una alternativa válida, legible y muy disfrutable para ingresar al mundo de James Joyce.
Ambientadas en la Dublín de fines del siglo XIX, las historias aquí reunidas están protagonizadas mayoritariamente por ciudadanos comunes con existencias rutinarias, estupendamente retratados.
Esa ciudad y su gente resumen los defectos que Joyce percibía en toda la sociedad irlandesa: el atraso, los prejuicios y especialmente la doble moral de la época, que él atribuía a la nefasta influencia del catolicismo.