«Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes es una / de las buenas
costumbres que nos quedan…», escribió Borges en un memorable poema.
De la misma manera, leer las aventuras del detective más famoso del mundo es una buena práctica que resulta estimulante y entretenida.
Los cuentos aquí reunidos –que giran siempre en torno a misterios que deben ser resueltos– aseguran una lectura placentera y a la vez ofrecen una muestra variada que explica la celebridad de los personajes inventados por Arthur Conan Doyle hace más de cien años.
Es una oportunidad para entender por qué tanto Holmes como el doctor Watson seguirán dando que hablar durante mucho tiempo más.