Menelvina Pereyra llega a Montevideo, desde una ciudad del interior, para estudiar en la Universidad. Transcurre el invierno de 1982 y su historia íntima, personal, quedará inevitablemente vinculada a las vivencias del Uruguay en los años finales de la dictadura.
Un montón de espejos rotos obtuvo el 25º Premio Narradores de la Banda Oriental y el Jurado destacó esta novela por “…por narrar con eficacia un relato vinculado a la historia reciente del país, desde una experiencia marginal y adolescente, con una prosa clara que valora la narración en sí misma y da importancia al detalle”.