Nota de Tercera Información.
Una obra de arte, de serlo, crea su propio género. Se podría discutir, como se hace en estos tiempos, si El zambullidor es un libro de relatos, una nouvelle o una novela. Habría argumentos en un sentido o en otro, pero sería un debate estéril, porque el libro no sería el que es si no inaugurara un género.
El zambullidor es un texto narrado en primera persona sobre los recuerdos de un niño, sobre la difícil comunicación con sus padres y la carencia afectiva que deriva en frustración, comportamientos imprudentes y castigos, a veces violentos. Por él, desfilan una serie de personajes coloridos, intensos y bien trazados. Pero hay más: Determinante para los protagonistas y su cotidiano es la presencia del río, fuente de ocupación y alimento, espacio de juegos infantiles y sombra donde acecha la muerte.