La cantina –un clásico de la cultura mexicana– es el espacio donde transcurren estos cuentos de David Toscana, uno de los más destacados escritores mexicanos contemporáneos. Allí se reúnen oficinistas, comerciantes, desocupados, eternos derrotados que olvidan en la cantina sus frustraciones y a veces sueñan con una vida diferente. Pero lejos de cualquier idealización costumbrista la cantina es también campo de envidias, de agresividad y desquites, de rencor contra las mujeres, frente a quienes esos hombres no pueden cumplir lo que el rol masculino tradicional les exigiría.
En ese pueblo del norte de México, que parece detenido en el tiempo, Toscana construye un micromundo que es imagen del mundo, con un lenguaje límpido y una mirada cargada de humor y de ironía, no exenta sin embargo de piedad.